martes, 13 de enero de 2015

PREOCUPADO

Cada semana me viene a ver, es uno de esos clientes que digamos compensa y me hace mantener la voz de simpatía.
Ya hace tiempo que dura...... me llama, se presenta en casa y pasamos un rato. Es una rutina soportable. Lo que no esperaba yo es la dependencia que eso a veces provoca. Me venía visitando desde hacia tiempo hasta que un día cogí vacaciones y me fui a Rusia un mes sin pensar que tuviera que avisar a ninguno de mis clientes.
El no dejaba de llamar a un teléfono que ya nadie cogía, envió e-mails, mensajes....... nada: siempre silencio.
Hasta que no pudo más y fue al apartamento y allí se encontró con los albañiles trabajando, cambiando unas cuantas cosas, arreglando el baño..... “¿No vive aquí una chica rusa?”, pregunto. “Si, está en Rusia de vacaciones”, le contestaron.
Cuando regrese se quejo.... estaba molesto “¿Como me has hecho esto?”.... “Todo un mes sin verte”.

No me imaginaba que me podría echar de menos hasta tal punto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario