jueves, 22 de enero de 2015

COMPARTIR PISO

La hipoteca, el colegio de la niña, muchos gastos cada mes. Tenía una habitación vacía, bastantes clientes y tampoco quería muchos más, así que ¿Por qué no buscarme una compañera de piso que me ayudara a pagarlo?
La idea era buena, eso pensaba y sigo pensándolo. Puse un anuncio y espere. Los tiempos han cambiado y también las chicas que se dedican a esto. Tener un cliente es para dejarlo satisfecho, siempre con buen rollo, pero sin comprometerte para nada. El viene, tú le haces lo que crees que quiere, le dejas que te toque, te manosee, te penetre y se marche contento. Tú cobras lo pactado y esperas al siguiente.
Algunos se hacen habituales y el trato se hace más agradable, fuera del sexo pueden llegar a ser casi amigos, pero el sexo se paga, eso es sagrado.
Pero estas chicas que vinieron por el anuncio no lo veían así. Algunas hasta casi lo harían por el morbo de acostarse con un montón de tíos diferentes, guapos, feos, gordos, limpios o sucios…..Hablaban de filmarse, de hacerse fotos muy provocativas…. También es cierto que en parte el anuncio era para poder ofrecer tríos y buscar esos clientes que quieren estar con dos chicas a la vez, pero ninguna me dio confianza para hacerlo. Una de ellas en dos minutos de charla me propuso que nos acostásemos juntas para ensayar el numero, tenía más interés en follar conmigo que en tener la posibilidad de unos buenos ingresos. Otra me preguntaba que cuanto  le pagaría por acostarme con ella.
Al final sigo igual  solita y sin compañera.



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