miércoles, 27 de mayo de 2015

EL ARMARIO DE IKEA

- ¿Ya te han traído el armario? - me pregunto por Whatsapp Niuf Niuf por quinta vez.
- No, todavía no - le conteste con paciencia.
Hace tiempo que quería tener un armario de estos enormes que venden en IKEA, con espejos y suficiente espacio para guardar toda mi ropa. Y por fin me lo compre y solo faltaba que me lo trajeran. La dependienta me comento que los montadores me llamarían media hora antes de venir. Así que pase el día esperando pacientemente a que me llamasen.
Al mediodia me llamo un sudamericano y como era muy amable y no me regateo lo mas mínimo decidí atenderle.
Cuando todavía no había llegado sonó el teléfono.
- En 20 minutos estaremos ahí - me dijo el chico. Y en ese momento sonó el timbre de casa. Era el cliente. No pude hacer otra cosa que atenderle. No lo iba a dejar en la calle, claro.
Mientras estábamos follando llegaron los montadores y llamaron a la puerta. Yo seguía con mi trabajo como si nada. Al chico tampoco parecía importarle mucho el sonido del timbre.
En cuanto acabo y salió de mi casa enseguida me asome al balcón para ver si mi armario y los montadores aun estaban abajo o ya se habían esfumado. Ahí permanecían los dos, pobrecitos, con un montón de cajas esperando que les abriera. En ese momento salio el cliente del portal encontrándoselos de cara y saludo a uno de ellos que parecía ser amigo suyo.
- ¿Venís a trabajar aquí? - le pregunto - después tenéis que pasar por 1º-1ª que hay una tía que esta buenísima. Es rusa y no veas como chupa.- Les informó.
Los dos montadores, que por cierto también eran sudamericanos, se miraron el uno al otro y después al balcón mientras yo  los estaba llamando por teléfono para que subiesen, inventando no se que tonta excusa sobre la vecina que se había puesto mala y yo había tenido que ayudarla. Algo que no lo creía ni yo.
Fueron subiendo las cajas al piso y mirando el espacio para colocar el armario y, de vez en cuando echando un  ojo hacia  mis tetas que se marcaban por camiseta abierta y ajustada. Por el  reciente encuentro sexual, la vergüenza por la torpe excusa que invente y sabiendo lo que ellos sabían me sentía muy acalorada. Estaba nerviosa e intentaba  ayudarles en todo mientras que ellos me echaban educadamente de la habitación para que les dejase trabajar sin molestarles. Al final me tranquilice y me puse a escribir en mi ordenador.
Al acabar el trabajo me enseñaron el armario, preguntándome  si estaba contenta. Estaba muy contenta, claro ¡por fin tenia mi armario!. Entonces, mientras uno de ellos bajaba los cartones a la calle, el otro, el mas simpático de los dos, se me acerco y pregunto: "Cuanto vale?". Confusa le dije el precio.
- En 20 minutos vuelvo -  me susurro al oido y se fue con su compañero y las cajas. Yo me quede solita pensando si volveria.

Pasada media hora yo estába chupandosela mientras el lo observaba en el espejo de mi armario nuevo ...



martes, 26 de mayo de 2015

EL CATALAN



El chico me habló en un perfecto catalán. Se le notaba educado y fino, parecía ser un cliente perfecto. Le di mi dirección y espere su llegada.
Cuando sonó el interfono abrí la puerta y escuche los pasos rápidos subiendo la escalera que permanecía en penumbra. Me escondí detrás de la puerta como hago siempre para evitar que los vecinos me vean con mi ropita sexy.
- Hol..a...- Se me quedo el saludo en la boca. El muchacho parecía no tener mas de 17 añitos, delgado y alto y ... negro, negro como la noche. 
- Pero… ¿Cuántos años tienes? - Le pregunte por su edad para no preguntar por que era negro y dudando en dejarlo entrar.
- 24 - Respondió rápido - Ya se que aparento ser un crío, pero tengo 24, tengo mi negocio y vivo solo en mi apartamento.
Sin estar muy convencida le invite a entrar en la casa y lo acompañe hasta la habitación.  Mientras el vaciaba sus bolsillos de infinidad de cosas yo estaba en la cama observándole y pensando que lo que me podía esperar con ese crío. Me pago lo acordado, le di una toalla y se fue a duchar. Me fue  explicando la historia de su vida mientras el sonido de agua acompañaba su voz. 
Tumbada en la cama estaba inquieta. Esperando ver su cuerpo desnudo me sentía nerviosa. No me suele pasar, pero pensaba en que los negros tienen fama de tener unas herramientas grandes y duras y eso utilizado de mala manera puede provocar daños irreparables. Esperaba que ese no fuera el caso. Salio del baño y entro con la toalla alrededor de la cintura, al acercarse a la cama se la quito dejándola caer al suelo. Mis esperanzas se cayeron junto con la toalla. 
La cosa era enorme. Los caballos de la hípica donde voy a veces la tienen mas pequeña, no es broma. Me acerque a "la cosa" con miedo, casi temblando e intente ponerle el preservativo. Estirado del todo no llegaba ni a cubrir la tercera parte. Intente meter aquello en mi boca pero apenas me entraba la cabeza. Estaba desesperada. 
Por suerte el muchacho fue muy cariñoso y lo hacia muy lentamente, metiéndome solo la puntita. Cuando acabo yo me sentí felizmente salvada de la muerte por el apuñalamiento de una mi vagina por una verga.
Mientras se vestía yo pensaba en las aventuras de  Ecaterina II, la famosa reina rusa, que tenia fama de practicar el sexo con caballos.
Después de irse a la media hora el chico me pedía en matrimonio por whatsapp diciendome que estaba enamorado de mi y que su negocio nos mantendría a los dos y que yo nunca mas tendría que trabajar.
Me imagine la vida matrimonial con ese niño y se me puso de punta el pelo de todo mi cuerpo.
Espero que encuentre la mujer perfecta para...



sábado, 23 de mayo de 2015

EL JEFE

- ¿Que le interesa exactamente? - La misma frase de siempre salio automaticamente de mi boca.
- Yo mando - Me contesto el hombre al otro lado. Como no entendí a que se refería me limite a decir: "Perdón?" sin mas preguntas.
- A mi me gusta mandar. - Se explico el hombre - Nada mas llegar empezare a mandar, por ejemplo te diré que me la chupes y tendrás que hacerlo, te diré que te pongas a cuatro patas y tu me obedecerás. ¿Hay algún problema con eso?
- Ehhh, no. Una pregunta: ¿exactamente en que momento me paga?
- Al entrar. Me abres la puerta, entro, te pago y, entonces empiezo a mandar.
- Ah, ok
- Entonces sera así.- Continuo con sus instrucciones.- Primero te mando en la sala, después iremos a la habitación y te daré mas ordenes que tu obedecerás.- Seguía el hombre con su película. Y yo flipando me la tragaba entera mientras seguía introduciendo mis facturas en el programa de contabilidad. El hombre me explico con todo detalle como y donde iba a mandarme. Le dije que me parecía una idea estupenda y quedamos a las 12.00.
Dudaba mucho en que viniera. Normalmente los cuenta cuentos explican muchas historias pero con eso se acaba todo. Sin embargo este no fue el caso.
A las 12 en punto sonó el timbre y abrí la puerta. Entro un hombre de unos 50 años, con la barrigita cervecera pero con un  traje impecable  con corbata. Ni sonrió ni saludo. Tal como dijo, entro, pago y empezó a mandar. Mientras se la chupaba pensaba de que el hombre cumplía con exactitud el guión de la obra que el mismo había escrito.
- ¡Puta, zorra, perra! - me gritaba exactamente tal como había explicitado que haría cuando había llamado. - Y que no se te ocurra decírselo al cornudo de tu marido. Cuando le pille también me lo follare. - Seguía con sus fantasías  mientras me follaba.
Me imagine a mi marido imaginario penetrado por el "jefe" y me entraron ganas de reír, pero me contuve y puse la cara de una secretaria dispuesta a todo.
La media hora de insultos y ordenes paso rápida. En cuanto el hombre se corrió, se tumbo en la cama relajado y se convirtió en otra persona.
- ¿Te ha ofendido que te insultara?. ¿Te he hecho daño en algún momento?. ¿Hubo algo en que me he pasado? - Pregunto preocupado. Le dije que no un tanto sorprendida y el empezó a explicarme los aspectos psicológicos de su fantasía y me di cuenta de que en la vida real el hombre era un encanto. Inteligente y educado, realmente trabajaba en una oficina como un empleado normalito, tenia su familia y sus hijos, llevaba una vida tranquila y aburrida.  Su fantasía era su gran secreto, su escapada a otro mundo donde el era el "jefe".

Todos tenemos nuestro otro "yo" en lo mas profundo de nuestras mentes. Algunos lo dejan salir y otros lo tienen encerrado en las mazmorras del castillo de moral.


miércoles, 20 de mayo de 2015

LA GORDA

- Quisiéramos hacer un trío - Sonaba la voz suave y melosa.
Hacia tiempo que no trabajaba con parejas y me pareció una buena idea ir a ver al dueño de esa  voz tan agradable, así que me presente en su casa guapa y perfumada, como siempre, y con un vestido negro y tacones altos.
Me abrió la puerta un hombre bajito, gordito y con sonrisa de morboso. Me acompaño a la sala donde me presento a "su mujer". Un enorme cuerpo completamente desnudo estaba aposentado en el sofá como una descomunal y amorfa  masa de grasa. Unos pequeños ojitos negros atravesándome eran lo único que destacaba de todo ese montón de carne amontonada. Me aterrorice al pensar que con "eso" tendría que estar en la cama, pero enseguida el marido me tranquilizo diciendo que solo follaríamos él y yo y, que a ella lo que le gustaba era mirar como "su marido" se follaba a las chicas. Al oírlo casi se me escapo un suspiro de alivio.
"La masa" seguía en el sofá sin moverse y, a excepción de los ojos penetrantes, sin ninguna muestra de vida en la cara. El hombrecillo y yo nos manteníamos en el medio de la sala de pie intentando hacer cosas cuando de repente la enorme mano de "la masa" se movió hacia lo que podría ser su chocho. La mano empujo la barriga hacia arriba con una sorprendente facilidad mostrándonos, especialmente a mi, una grandiosa bola de pelo negro. Mientras tanto yo se la estaba chupando al "enanito" y me vinieron unas incontrolables ganas de vomitar. Intente concentrarme en lo que estaba haciendo y pensar en mi "mundo feliz". Me imaginaba los ponis de color rosa volando por los cielos también de color rosa, pero incluso eso no me ayudaba mucho. La monstruosa masa se tocaba el chocho intensamente  mientras su enano me follaba de pie y yo no dejaba de pensar en los ponis.
Y entonces llegó el orgasmo: él gritaba como si le estuviesen cortando la mano y ella gritaba aun mas todavía. Sus aullidos  creo que los llegaron a oír  hasta los vecinos del final de la calle y por primera vez vi vida en su rostro y lo que vi no me gusto nada. Toda su piel se arrugo en una forma realmente asquerosa y del pequeño agujero de la boca salieron borbotones de saliva  en forma de escupitajos llenando el aire con un sonido horrible y toda clase de líquidos y bacterias.
Después, ya  en el coche no sabia si beber el agua o escupirla por el asquito que me provocaba el cercano recuerdo de la masa y sus cosas descolgadas. Esa Gran aventura me quito las ganas de volver a trabajar con parejas.... al menos durante una semana...


jueves, 14 de mayo de 2015

LA SUSTITUTA

Le llamaba "Osi" por lo cariñoso que era conmigo. Venia cada semana y ya notaba que empezaba a aburrirse de mi y que  en cualquier momento  encontraría una sustituta. Era palpable pero por timidez o estupidez no le proponía nada que no fuera lo habitual hasta que fue el mismo quien decidió ofrecerme una nueva experiencia.
Resulto que el sueño de su vida siempre había sido chuparsela al otro hombre, pero nunca había tenido la ocasión. Como buena profesional que cuida a sus clientes obviamente me ofrecí para ayudarle a cumplir su sueño. Así que puse un anuncio en internet con mas o menos el siguiente contenido:
"Pareja real se ofrece para compartir nuevas experiencias. Ven a vernos y repetiras. Bla bla bla"
A los 5 minutos de poner el anuncio ya me estaban llamando diferentes morbosos con ganas de pasarlo bien. Al final quede con uno de ellos para el dia siguiente.
Un poco antes de la hora programada Osi estaba impaciente dando vueltas por toda la sala como un tigre en una jaula.
- Relajate, lo mismo ni viene - dije yo intentando tranquilizarle.
- Ay, no puedo. Y ¿si no le gusto? Y ¿si no me gusta? Y si...
Sonó el timbre, abrí la puerta. Ahí estaba pequeño, gordito y sonriente, nuestro invitado morboso. Entro a la sala, saludo a mi cliente, me miro a mi y con señales de aprobación en la cara dijo: 
- Muy bien. ¿a donde voy?.
En principio Osi no se atrevía  ni a tocar al hombre. El otro como lo vio le cogió la mano llevándola a  su pene e invitando a tocarle. Una enorme sonrisa apareció en la cara de mi cliente y se puso a chuparsela como un loco. Desde aquel momento yo ya no pintaba nada en aquella cama. En principio intentaba participar de alguna manera, pero cada vez me daban un codazo, un empujoncito o simplemente me apartaban suavemente. Al final decidí dejar de insistir y me senté en el borde de la cama mirando la escena.
Dos hombres revueltos en mi cama haciendo el amor entre ellos mientras yo miraba resultaba bastante extraño. Me sentía completamente desplazada e innecesaria.
Se fueron juntos hablando de carreras de coches. Parecían amigos de toda la vida. 
No creo que vuelva a ver a mi Osi nunca mas, ya se que ha encontrado a la "sustituta".


sábado, 9 de mayo de 2015

FIN DE SEMANA

Tenia ganas de viajar y busque anuncios en lugar de poner mas de los mios. Anuncios de alguno que quisiera estar acompañado durante todo un fin de semana. Alicante parecia ser una buena eleccion. El anuncio ofrecía una cantidad aceptable, el viaje y buena compañía. El cliente era un francés que parecía ser bastante mayor, así que no me lo pensé mucho.
Quedamos para un fin de semana, me envió los billetes para el tren y yo me prepare para un par de días lleno de incógnitas. Cuando llegue a mi destino y baje del tren vi como poco a poco iban desapareciendo todos los viajeros del final del anden y nadie venia a recogerme. Empecé a caminar nerviosa de un lado a otro pensando que alguien me había gastado una broma y que me habían dejado colgada en Alicante.
Cuando ya estaba desesperada vi a un hombre con muy buena apariencia. Se me acercó.
- ¿Alicia? - Me pregunto.
- Si, ¿Laurent? - Me sorprendió ver a un hombre bastante mas joven del que vi en la foto que me había enviado, pero fue una sorpresa agradable.
- Si, vamos - Y ahí empezó mi fin de semana con un frances en Alicante.
Me enseñaba la ciudad como si fuera la suya, no habia rincon del cual no sabia alguna historia. Cada dos por tres le saludaban personas. Parecia que todo el mundo le conocia.Le pregunte:
- "¿De que trabajas?"
- "Nada en especial, de calidad para la Union Europea".- Supongo que era la verdad. Ademas de hablar perfectamente castellano, hablaba de la misma manera ingles y estoy segura de que un par o tres idiomas mas.
Me hacia sentir como una reina, en cada momento era muy atento, se preocupaba de mi comodidad y bienestar sin en ningun momento llegar a ser demasiado pesado o aburrido.
Su apartamento en el centro de la ciudad de estilo arabe con un pequeño toque frances era muy acogedor. Ahi pasamos en la cama momentos maravillosos acompañados por el sonido de la radio francesa y el olor de velas aromaticas.
De vuelta ya en avion mirando los numeritos de mi cartilla del banco  pensaba que me habria gustado que todos mis fines de semana fueran tan agradables como este, sobre todo por el aumento significativo en mi cuenta bancaria, claro.



miércoles, 6 de mayo de 2015

HABLANDO POR TELEFONO

Lo tenia con su boca pegada a mi pussy, me lamia, besaba…. Resultaba agradable, placentero, excitante. Oí como sonaba el teléfono con la entrada de un mensaje e instintivamente alargé la mano cogiéndolo y mirando de que se trataba.
Al ver quien me escribía sonreí y le conteste pensando en que poco se imaginaria lo yo que estaba haciendo en este momento. Mi siervo levanto su cabeza interrumpiendo su trabajo y dejándome sin el placer que me merecía.
-Tu sigue con eso, no pares - Le ordene y el volvió a hundir su cabeza entre mis piernas y a acariciar con su lengua mi sexo.
De alguna manera me desquitaba de esas otras veces en las que a mi me toca aguantar a tipos que cuando me follan están hablando por teléfono. 
Todavía me acuerdo de uno que pasaba tiempo y tiempo colgado al teléfono hablando con diferentes mujeres mientras yo se la estaba chupando. Solia hablar de las clases de doma a las que se ve que iba con estas mujeres. Y no iba a cualquier hípica sino al mismo club polo de Barcelona. Ese tipo gordo y dejado con pelo siempre sucio que vestía la misma chaqueta todos los días del año y la misma bufanda, incluso en verano. Costaba mucho imaginarlo en ese ambiente, quizás para nosotros las personas normales, tan exquisito. Pero creo que lo peor de aquel tipo no eran sus largas conversaciones sobre caballos ni su patética bufanda, sino sus horribles pies. Tenia unos pies super planos, tan planos que me sorprendía que pudiera andar. Y para adornarlo mas esos enormes pies estaban coronados con unas  enormes y feas uñas, que ademas de  feas tenían un horrible color amarillento y solían oler a queso roquefort, mierda de caballo y yo que se mas. Pues esos pies era lo que el me enseñaba cada vez que nos veíamos y me pedía que los masajeara. Fuuuuu ¡que asco!. Me ponía los guantes para no tocarlos.



lunes, 4 de mayo de 2015

CADA CUAL CON SUS GUSTOS

Me lo miraba estirado boca abajo en la cama e intentaba recordar cómo fue nuestro primer contacto. Que es lo que me pidió cuando hablamos por teléfono o, quizás nos enviamos algunos e-mails. No recuerdo.
Yo, vestida con una camisa tan apretada que aplastaba mi pecho y unas botas negras altísimas y brillantes llevaba un arnés con un dilde enorme.   
- Hoy es el gran día - Dije sonriendo. Le volví a enseñar el inmenso pene de plástico que tenia colocado en el arnés, se lo deje tocar y vi como se acumulaba su saliva en los labios.
Empezó a chuparlo con ganas pero despacio, poco a poco se fue poniendo mas cachondo, apretando mas y mas el dilde y aumentando la velocidad con la que se lo metía y sacaba de su boca.
Cogí el lubricante y masajee bien el hueco aun pequeño, por donde debería entrar aquella cosa monstruosa. El cliente gemía, se estremecía, temblaba.
Primero el dedito para abrir camino y después el dilde, poco a poco, suavemente para no hacer el daño. La verdad, creo que las que practicamos el sexo anal somos las únicas que después sabemos como hacérselo a otra persona. Me habría gustado que me lo hicieran aunque fuera solo una vez tal como lo hago yo. 
Mi cliente gemía del placer y casi se ahogaba por las emociones que le embargaban al ser poseído por una mujer. Cuando terminamos y él se dio la vuelta vi felicidad en su rostro. Después apenas se aguantaba en pie, se tambaleaba, babeaba y sus ojos brillaban. 
- Eres fabulosa, te quiero Alice - Me dijo con cara seria llamándome como siempre a la manera inglesa. 
- Me alegro - conteste yo torpemente.

A fin de cuentas yo estoy para complacer…. siempre que a mi me guste claro.