Es un masoca sádico,
me agota física y psicologicamente. Además tengo que controlarlo para que no se pase conmigo y no le salga
su parte sádica. Me pide que le pegue, lo hago suavemente y él insiste en
que lo haga más fuerte, le aprieto los pezones de tal manera que se me duermen los dedos….. al día siguiente siempre me duelen los brazos y las manos, sobre todo la derecha.
Paga bien, eso
sí, ni rechista, ni discute. Es un tipo curioso,
vive solo en un ático, tiene más de sesenta años y siempre va medio bebido y no
deja de fumar. Es de origen sevillano, adora a Marisol y permanece constantemente en los años 60.
Su casa es una especie de loft y está hecha una porquería: ceniceros llenos por todas partes,
vasos medio vacíos y botellas de todos los licores y bebidas imaginables.
Supongo que de vez en cuando hace una limpieza general bebiéndose previamente los vasos que hay dispersos por
toda su casa y menos mal que no es muy grande.
Buen cuidado
tengo cuando voy a sentarme, miro bien lo que hay en el asiento y lo limpio
mínimamente.
Siempre con las canciones de Marisol como música de fondo, a veces cantadas también
por él. Solo espero que nunca me las haga cantar a mí.
Las paredes
están cubiertas de retratos de su admirada. Retratos de todas las edades, en
blanco y negro y en color, de revistas recortadas o algún poster del cine. Si
alguien me pregunta sobre el cine español al menos podre decir que conozco una
artista y el titulo de alguna de sus películas. No sé si ese conocimiento me
servirá de mucho.
Marisol, “la mujer perfecta” según él y a mí me llama porque dice me parezco mucho a ella.
Marisol, “la mujer perfecta” según él y a mí me llama porque dice me parezco mucho a ella.
Llevo tres días
con el brazo que me duele, la última vez me hizo trabajar mucho, dale y dale…..
con las canciones de su diosa acompañándonos todo el rato.
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