jueves, 29 de enero de 2015

LA PORDIOSERA Y EL ELEFANTE

A veces te piden cosas extrañas, algunos necesitan teatralizar los encuentros..... Eso normalmente está bien e intento evitar a según que personajes, como uno que no se cansaba de enviarme fotos vestido de bombero pero dejando ver sus partes bien erectas y suplicando que lo castigase.
Cuando sonó el teléfono, que  era de un cliente conocido y de los aceptables y, me pidió que fuera vestida como una pordiosera, como si estuviese durmiendo en la calle, me dejo un poco cortada, pero era lo que él quería, ya le conocía, así que decidí ir. Me busque lo mas tirado que tenia: bambas, chándal, una camiseta vieja  que rompí un poco para darle mas credibilidad al aspecto.... y despeinada, sin maquillar, me fui a su casa pensando en que sería lo que tenía pensado hacer... es un tío divertido y como poco te ríes con él.
Llame a la puerta de su piso, se abrió lentamente y cuando lo vi me eche a reír sin control acabando en el suelo del rellano de la escalera sin poderme contener. El en pie sin poder cerrar la puerta y riendo, estaba más que disfrazado, una pajarita roja en su cuello y como única ropa un tanga decorado con un elefante que estiraba su trompita.
Para morirse de risa y, yo como una pordiosera tirada por el suelo..... Suerte que no llego ningún vecino en ese momento, aunque a lo mejor por alguna mirilla de las puertas de los otros pisos algún ojo chafardeaba.
En su casa seguimos riéndonos y el polvo pareció mas bien un espectáculo de circo que un acto sexual. Cada vez que me intentaba concentrar en el asunto miraba su pajarita y me volvía a reír como una idiota. 
Que cachondo es el tipo...




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