Me
decía él que comprarse una camisa importada de China podía darte la sorpresa
que te quedasen cortas las mangas al haberse hecho el patronaje pensando en los
chinos y yo pase a hablar de sujetadores.- “Te quedan los pechos muy juntos y
apretados con los sujetadores de los chinos. Y es una pena pues no están mal y
son muy baratos”.
Cuando
estaba en La Fabrica ya lo había mirado varias veces. Con el trabajo te pasabas
el rato quitándotelos y poniéndotelos y a veces sin ninguna delicadeza, acababan hechos polvo en dos días. Suerte que
solo llevaba eso, las bragas y los zapatos, sino no hubiera ganado suficiente
ni para reponer el vestuario.
Lo
que era duro es estar tantas horas de pie con unos enormes tacones, cuando ya
no podías mas con los pies pues te dolían un montón, te cambiabas de zapatos y
ya no era lo mismo, te dolía en otra parte.
Lo
peor era que había tipos guarrísimos, venían de cenar después de atracarse de
mala manera y con las manos bien sucias, aceitosas, oliendo a marisco....
bastante asquerosos. Por las luces de neón llevabas la ropa blanca para que
fuera más reluciente y enseguida quedaba hecha una porquería,.... duraba muy
poco y los sujetadores chinos no me servían. Que pena!
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