martes, 23 de diciembre de 2014

VUDU


De donde era, yo no lo sabía. Mi compañera de habitación en la Fabrica era negra y africana, eso sí, y poco más sabia de ella. Nos habían puesto juntas y la verdad es que muy contenta no podía estar.
Velas, velitas, altares, santos, brujos, muñecos, herbas varias, frascos con liquidos extraños y vete a saber cuántas cosas más conformaban un altar que se comía casi toda la habitación con un constante quemar de ceras y “otras cosas”, creando una atmósfera espesa y agobiante.
Y además no tenia espacio suficiente, incluso utilizaba mi cama, “¿no te importa? Me decía”. Era horrible, no es un recuerdo que guarde con alegría
Al final le dije al encargado que por favor en cuanto pudiera me cambiara de habitación, que yo no podía mas, que ya estaba ahogada en nubes de especias quemadas.
Recuerdo que cuando ella volvía a la habitación se pasaba horas en la ducha y después rato y  rato poniéndose cremas, capa sobre capa. No podía entenderlo y al día siguiente siempre tardaba horas en bajar a la sala por el tiempo que pasaba arreglándose.

Y ¿quien se atrevía a decir nada?, tanto brujo y olor daba miedo..... lo mismo si se enfadaba me echaba un conjuro vudú.....


No hay comentarios:

Publicar un comentario