Me venía a buscar siempre que estaba
por Barcelona.... fue así hasta que decidió que no podía aceptar que estuviese
con él solo por dinero y corto la relación..... No entendía que una chica joven no podía enamorarse sin más
de un hombre mayor y no muy agraciado, marcado por lo que debía haber sido un
accidente.
Me venía a buscar al club y nos
íbamos por ahí, de juerga, a cenar y después siempre acabábamos en un buen
hotel. Uno de esos días nos perdimos por Montjuic, aparcamos el coche y nos
fuimos de paseo con una botella de ron y otra de coca cola.... cogimos una
buena, olvidamos donde habíamos dejado el coche y pasamos un buen rato
intentando recordar donde podía estar.
Cuando por fin llegamos al hotel la
imagen debía de ser antológica... borrachos, balbuceantes, con las botellas en
las manos, yo descalza y las medias rotas....
Nuestras juergas siempre acababan etílicas,
como en otra ocasión en que entramos en un local y después de unas cuantas
copas me subí a la mesa y empecé a hacer
un striptease y, él me siguió, tuve que pararle cuando ya llevaba unas cuantas
prendas fuera.......
Duro lo que duro la relación, no
estuvo mal, el era divertido, me hacía muchos regalos, me compraba ropa,
zapatos... en las mejores tiendas. Gracias a él subió mi cache, mi aspecto y la
ropa que llevaba era como la evidencia de lo mucho que yo valía y, así
conseguía muy buenos clientes.
Yo era joven y no estaba para
enamorarme de nadie. Entonces era así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario