viernes, 19 de diciembre de 2014

ROBO Y DENUNCIA

El negocio nos iba bien. Tenía un buen local, un buen equipo de chicas y clientes no nos faltaban. Lo más cómodo era que vinieran al piso, pero los extranjeros preferían los encuentros en sus hoteles y pagaban bien además de los regalitos que traían.
Había días de poco dormir, de recibir a uno tras otro o de ir de un lado a otro. En el piso estábamos más seguras y nos hacíamos compañía. Recuerdo a Olga con sus grandes pechos asomada al balcón y mirando a los clientes que se acercaban. Ella era la que atendía las llamadas y más o menos distribuía a las chicas. Ese balcón y los arboles de la calle llenos de preservativos colgando que algunas de las chicas lanzában por las ventadas al acabar cada trabajo.
Era un sitio seguro y el dinero corría, yo pude comprarme un coche y un piso…. todo iba bien……pero los negocios oscuros tienen sus riesgos.
Una tarde apareció un grupo de ladrones, entraron en el piso y nos robaron, por suerte yo nunca permitía que allí hubiera demasiado dinero y de vez en cuando lo sacaba y enviaba a sitio seguro. No fue mucho, pero a una chica le quitaron lo que había ganado aquella tarde y ella enfadada y ofuscada tuvo la gran idea de ir a la policía a denunciarlo.
Que mal rollo. De repente aparecimos en las noticias, en la televisión, en la radio y solo nos faltaba el internet. El asalto a un piso de putas fue la noticia más importante de la temporada y todas nosotras retratadas.
Los delincuentes fueron detenidos y nos devolvieron las cosas robadas. Pero la fama nos perseguia por todos los rincones. Todas las que habíamos estado en aquel piso tuvimos que irnos de la ciudad. 



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