miércoles, 15 de abril de 2015

SE QUEDO EN LA CALLE

Hay días extraños, esos en que se acumulan las fiestas, se hacen puentes y esas cosas. No me gustan nada, te sacan de la rutina, no vienen clientes habituales, sino los extraños perdidos, colgados que no saben qué hacer y empiezan a llamar para desahogar sus penas conmigo aunque a veces no están tan mal. 
-Hola - Sonó la voz agradable del cliente
-Si, ¿Cómo estás?.- Sonreí al pensar que la mañana no empezaba mal.
-En cinco minutos estoy ahí.- Perfecto pensé y le di conformidad.
No fueron cinco, estaba ahí mismo, seguro que había dejado el coche en la esquina cruzando los dedos para que yo estuviera disponible.
-¿Qué, no trabajas hoy?.- Le pregunte un poco extrañada por la hora en que venía.
-Aquí estoy, ahora no trabajo, jaja,. – Se rió.
-Pues nada, yo si trabajare, jaja.- Me reí mas que él.
-No es eso.- No dejaba de reírse.- Ahora tenía que estar en una reunión, pero me he quedado sin papeles.
-¿Y eso?
- Pues que he dado fiesta a todos mis empleados un día antes y a cambio me han cerrado la oficina, no puedo entrar y claro tengo toda la documentación dentro.
- !ay que horror! ¿y ahora que? - conteste yo con  cara de sincera preocupación
- Pues nada, pensé: "Que voy a hacer? Pues a ver a Alicia" Y aquí estoy - Se reía de sus propias palabras. 
- ¿Y la reunión? ¿Y el trabajo? - seguía yo preocupada
- Tendrán que esperar a que me abran la puerta, que por cierto estará abierta de aquí en una hora, así que desnudate gatita...



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