Me gusta dar clases y me gusta el ruso, el origen de las palabras, la
historia de la lengua, los pequeños matices y los detalles del porque y para que. Como veía que poco a poco iba olvidando mi lengua nativa decidí dar clases de ruso los fines de semana. Puse anuncios en internet y al final algunos
me llamaron. Ahora tengo cuatro alumnos, algunos son más lentos y les cuesta mucho, otros son mas rápidos y espabilados.
Y siempre hay sorpresas. Había uno que no se por qué se había interesado en
las clases. Apenas aprendía nada, nunca hacia los deberes y no avanzaba, además se pasaba el rato intentando enseñarme a mi. Pero bueno, venia, pagaba y se comportaba, así que yo no me quejaba. Poco a poco fue cogiendo
confianza y eso empezó a darme mala espina, de tímido y distante paso a ser un vacilón con trato demasiado familiar, preguntas incomodas y personales, saludos con besos y abrazos.
Un sábado como de costumbre a las diez se presento en mi puerta para recibir la clase, pero esa vez llevaba en la mano una rosa. Me la dio a la vez que un par de besos y después de que yo la había dejado sobre la mesa y me preparaba para empezar con la clase se abalanzó sobre mí, me abrazo y me empujo contra la pared besándome y toqueteándome.
Un sábado como de costumbre a las diez se presento en mi puerta para recibir la clase, pero esa vez llevaba en la mano una rosa. Me la dio a la vez que un par de besos y después de que yo la había dejado sobre la mesa y me preparaba para empezar con la clase se abalanzó sobre mí, me abrazo y me empujo contra la pared besándome y toqueteándome.
Me asuste muchisimo, lo primero que pensé es que me iba a hacer daño o algo así, pensé que quizás era un violador. No
estaba preparada para eso y me puse a temblar, casi a llorar. Pero reaccione y lo empuje con mis manos y le grite, le
pegue y le dije algo así como "¿Cómo se atreve Usted a hacer esto?". El se amilano, se asusto, no sé que estaba pensando. Lo empuje a la puerta y lo eche de mi
casa con un portazo.
Después de cerrar la puerta me sentí mas segura y mas tranquila. Al rato me reí un poquito del idiota de alumno. Seguramente se creía muy atractivo y como yo intentaba ser simpática se creyó lo que no era.
¡Estúpido alumno! Me gusta dar clases y tener otro trabajo y ese tipo lo fastidió.
Después de cerrar la puerta me sentí mas segura y mas tranquila. Al rato me reí un poquito del idiota de alumno. Seguramente se creía muy atractivo y como yo intentaba ser simpática se creyó lo que no era.
¡Estúpido alumno! Me gusta dar clases y tener otro trabajo y ese tipo lo fastidió.
Creí que se había acabado, que avergonzado no volvería, no insistiría, se olvidaría de mí. Pero no, después de algunas semanas empezó a llamarme entre
disculpándose y hablando de volver a las clases sin enterarse que eso se había acabado,
que él no me gustaba, que no me daba confianza y que desde luego no iba a aguantar sus presencia por unos miserables 10 euros/hora.
Pero tan pesado se puso que al final le dije que una cosa era tenerlo como
alumno y otra como cliente para acostarse conmigo. Imagino la cara que debió poner.
-Pero, si tu eres una chica normal, no me imaginaba que cobrabas por
eso.- Encima el idiota estaba lleno de complejos. El solo quería follarse
a su profesora gratis, eso sí que estaba bien.
Después de una semana de charlas al final decidió venir a acostarse conmigo. Como ya le tenia manía le cobre una hora por adelantado y me porte como un tronco de pino en la cama, ni siquiera le concedí una sonrisa. Un polvo rápido y soso, eso fue todo.
Bueno, la verdad es que él en el sexo fue tan aburrido como cuando venía como alumno.
Nena, tengo una sensación, tal vez una corazonada...que son más bien, tus pajas mentales...
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