viernes, 6 de febrero de 2015

EL TACAÑO

¡Otra vez ese tacaño!
Estoy harta de él, además de ser tacaño es tonto. Su apartamento esta en un barrio asqueroso donde a ninguna hora del día ni de la noche se puede aparcar. Siempre acabo yendo en metro y, cuando se hace oscuro no es muy agradable caminar por allí. Sobre todo cuando acabo y regreso a casa la calle es tenebrosa y llena de gente extraña de países que no se ni donde podrían estar y, con unas pintas que ponen los pelos de punta.
Una de las últimas veces ya me toco las narices cuando al llegar va y me dice:
"Solo tengo 60€, no te podre pagar más". Me acorde de toda su familia.
- Esto no me lo hagas mas, por 60€ no vengo hasta aquí - dije yo pensando que a ese le iba a castigar ya mismo por mentiroso y tacaño. Puse el reloj a veinte minutos y empecé a desnudarme lentamente. Pasados el tiempo sonó el alarma, yo me levante de la cama y le dije: “Bueno, ya esta, me voy”. El se quedo blanco....
- Pero, ¿me vas a dejar así? – dijo casi llorando. Era patético verlo desnudo estirado en la cama con las piernas abiertas y picha levantada mirándome con los ojos llorosos.
- Ya se ha acabado el tiempo y si tu no acabas es cosa tuya, así que... adiós Recuerdo su cara y me viene la risa...
- No, no, espera que te pago mas
- Paga
- Te lo pago después
- No, ahora
- Es que aquí no tengo
- Pues vamos al cajero y después seguimos.....
Así que fuimos los dos al cajero el con el pene bien estirado y yo con una sonrisa diabólica .
Pasados otros 20 minutos ya estaba yo en la calle pensando "Que imbécil, al final pago 120 euros por 40 minutos, jaja, los tacaños pagan doble"
Creía yo que habría escarmentado, pero no, la siguiente ocasión en que me llamo repitió el juego, como no tenía el dinero pretendía estar una hora y después de acabar ir al cajero....
- No, no, así no. Vamos ahora al cajero, antes de hacer nada. Si no me voy y no me llames mas - Dije yo cabreada.
Otra vez a pasear por el barrio oscuro, al llegar al cajero, saco 100€ y me dijo: -“Bueno con esto tenemos para una hora”.
Iluso, me lo mire y tuve claro lo que volvería a pasar. Como la otra vez puse la alarma a 40 minutos y hice todo lo posible para que no se corriera.
- Es el tiempo, tú mismo - Le dije al sonar el alarma.
El tipo estaba desesperado, puede que hasta le doliera. 
- Quedate media hora mas luego te pago - dijo el la frase que yo ya esperaba
- No cariño, vamos al cajero - conteste yo con la frase que ya tenia preparada.
Volvimos a ir al cajero, saco 60 euros y volvimos a casa a acabar lo empezado. 
Me pregunto yo cuantas veces mas tendremos que volver a ese cajero para que el tío aprenda o para que me deje de llamar...




No hay comentarios:

Publicar un comentario