Le
explicaba a Niuf Niuf cuanto me gustaba la tecnología. Mi primer móvil era un
aparato enorme que ya carreteaba con mis 17 añitos esperando las llamadas de los
clientes.
Al
principio de aparecer los ordenadores portátiles eran carísimos y soñaba con
tener uno y probarlo.... No fue tan difícil.
-“Oye,
¿has visto que chulo es ese portátil?”.- Le comente a uno de mis clientes.
-“Podías
ayudarme a comprarlo”.- La frase con una sonrisa resulto mágica.
-“Bueno,
si, supongo que si”.- Dijo dándome algo mas de dinero sobre el convenido por el
servicio.
La
verdad es que no era suficiente para poderlo comprar, era un ordenador bastante
caro. Pero siempre hay recursos con los que contar si se hace una buena
previsión. Una frase parecida, la más dulce sonrisa, voz dulce de simpatía y
algo más de uno y de otro hicieron el total necesario.
-“Ves
que es chulo el portátil que hemos comprado entre los dos”.- Se lo fui enseñando con mi mejor sonrisa a todos
ellos.
-“Si,
es verdad”.- Orgullosos de su colaboración.
Aun
lo tengo y funciona, más o menos, pero resiste.
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