sábado, 14 de febrero de 2015

EL COLECCIONISTA COMPULSIVO

Buscando una habitación en alquiler para poder atender ahí a mis clientes uno de ellos me dijo de que él tenia pensado alquilar una de las suyas por horas para estos fines, que solo tenia que ordenar un poco el piso. Decidí esperar a que lo hiciera. 
Era un coleccionista compulsivo, guardaba de todo, cosas y cosas.... inútiles. Su casa era un inmenso aparador lleno de los objetos más diversos, más o menos ordenados, más o menos clasificados.
Se quedo sin trabajo y su obsesión se vio limitada, tenía que reprimir su deseo compulsivo de comprar cada cosa que veía, posiblemente de revolver entre basuras. Decidió alquilar parte de su casa y así conseguir dinero para ir tirando, pero antes tenía que distribuir sus colecciones para dejarla disponible e hizo tres grandes grupos: lo que no valía nada lo vendería a cualquier precio y en lotes, sin pensarlo demasiado y rápido, lo de valor medio lo iría colocando a su precio justo y poco a poco y lo de más valor lo guardaría bien empaquetado, poniéndolo todo en una habitación cerrada.
Así quedaría el piso disponible y alquilable.... eso pensaba. Cada semana me iba llamando y cada día el lío de las cajas por todas partes era mayor, nunca acababa de clasificar, guardar o vender sus cosas....
“Ves” decía, “lo voy distribuyendo todo”..... Casi diría que me llamaba para que yo fuera testigo de sus movimientos. Y cada vez me iba de su casa con uno o dos regalos para mi hija, normalmente cosas completamente inútiles como juguetes de hace 20 años que por supuesto a mi hija no le podían gustar o algún albúm para pintar muy apropiado para una niña de 10 años, jaja, o un juego para aprender las primeras palabras en ingles cuando la niña habla ingles como si fuera su idioma materno. 
Hace tiempo que no me llama. ¿Habra acabado de ordenar las cosas? ¿Estará alquilando la habitacion al final? Quien sabe. Desde hace casi un año que yo ya no la necesito...




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