jueves, 20 de noviembre de 2014

EL GATO PROTECTOR

La niña, en su bicicleta y con su gato encima. Ella también había sido niña y desde siempre ha sido generadora de historias.
Pedaleando hacia el huerto de su padre, atravesando el bosque, casi como en un cuento. Ella y su gato soñando…. Por el camino apareció la figura de un hombre, caminando rápido, cada vez más cerca hasta cruzarse y mirarla, bien no sé cómo.
Ella sintió como los pasos se alejaban y se olvido del hombre, regresando a sus sueños y cuentos imaginados, cuentos de niña.
Y como en todos los cuentos algo más pasó. Algo parecía seguirla, nuevas pisadas rápidas hacia ella por detrás. Más rápidas que su bicicleta. De nuevo la figura del hombre, que la adelanta y vuelve a mirarla…. se aleja no demasiado y se para en seco.
Ella sigue avanzando, pensando: “¿Que le debe pasar?.... sigue avanzando inocente hacia el lobo del cuento. El la espera, justo la deja pasar, la coge de su pantalón corto, la sujeta y le pone un cuchillo en el cuello:
- No tengas miedo, no te voy a hacer nada.- Estúpida afirmación
Falsa afirmación, que el gato, con su especial sentido detecta y en su miedo ataca. El caballero del cuento de espadas afiladas, salta hacia el enemigo cruzándole la cara con mil cuchilladas.
El lobo espantado salta hacia un lado, el caballero hacia otro y ella, la niña del cuento, con un corte en el cuello huye espantada hacia la salida del bosque. Llega al huerto de su padre, donde llora, explica la historia y descubre al gato esperándola.
Días mas tarde, se cruza, en su barrio con un vecino con la cara bien y merecidamente marcada. Villano que baja la mirada y huye no fuera que el gato volviera con sus espadas.





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